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Aprender del aire

27/Feb/2023 | Blog | 0 Comentarios

Por Granada Rubiano. Paciente con asma.

A la edad temprana de 8 meses, Granada vivió su primera crisis asmática, sucediéndose una serie de ellas. Ya en la tercera crisis con un año, estuvo cercana a la muerte. Sus primeras pruebas alérgicas se las realizaron en Sevilla en con dos años, gracias a la recomendación de su pediatra, Juan Pedro Martínez, del Hospital de Llerena.

Su vida estuvo marcada por ir a los centros de salud, hospitales y urgencias, sintiéndose siempre fenomenalmente atendida por todos sus profesionales, así como querida y asistida que todos a su alrededor (familia, amigos, colegio, etc). La mayoría de las veces no pudo hacer lo que le hubiese gustado como por ejemplo ir en primavera al campo, correr o toda una serie de eventos de los que se privaba porque se asfixiaba. También se vio obligada a vigilar el tratamiento, administrarse vacunas y seguir una serie de pautas para prevenir las crisis. Pero aún así, con todo lo que conlleva este tipo de merma en sí, terminó sus estudios de diplomada en Empresariales.

Con 25 años, tuvo cuadros severos de asma ante los que las vacunas no producían efecto, con la consiguiente disminución de calidad de vida. Por ello, Granada quiso buscar alguna solución y optó por acudir al balneario de Tolox, al que fue recomendada por algún especialista médico y por las experiencias de personas conocidas a su alrededor que habían recibido tratamiento. En el paso por éste, protagonizó una notable mejoría y consiguió obtener una vida más plena dentro de sus limitaciones y capacidades.

A partir de esta experiencia, comenzó a tomar clases de canto, algo que siempre había querido en su vida, y tal fue su sorpresa que, siguiendo la inercia, desarrolló todas sus capacidades y realizó estudios profesionales de canto, y también se especializó en pilates. Con todo ello, hoy da clases de canto, charlas y conferencias sobre la gestión del aire, sobre cómo aprender a respirar; y la voz y el canto.

Teniendo en cuenta la evidencia, hoy con 42 años, se puede decir que la vida la sigue dirigiendo «por aprender del aire».

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