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Biología e inteligencia artificial: la nueva frontera de las vacunas

29/Abr/2022 | Actualidad, Vacunas | 0 Comentarios

Hasta hace poco, el procedimiento para el diseño y la fabricación de vacunas era muy similar al que se utilizaba en los albores de la vacunología: inoculando patógenos muertos o atenuados, se entrenaba al cuerpo para el momento en el que debiera enfrentarse a enemigos reales y auténticamente malignos. No fue mal: la historia de la inmunización se puede relatar como un reguero de éxitos que ha logrado erradicar algunas enfermedades y hacer más controlables otras muchas. Sin embargo, el enorme esfuerzo planetario al que obligó la pandemia por covid-19 ha supuesto un enorme salto científico. La mayor parte de los occidentales se defienden del SARS-CoV-2 con una vacuna de ARN mensajero, desarrollada en tiempo récord. Y lo que el futuro depara es tan sorprendente como esperanzador.

Una de las organizaciones punteras en el desarrollo de nuevas estrategias de inmunización es The Human Vaccines Project, una unión público-privada que busca, en palabras de sus propios dirigentes, “decodificar el sistema inmune humano y acelerar el desarrollo de vacunas e inmunoterapias para las principales enfermedades”. En sus investigaciones se combinan la biología y la informática de última generación. Entre sus socios y colaboradores se encuentran gobiernos como los de Australia, Francia o España; universidades como las de Melbourne, Washington, Stanford, Pennsylvania o California; hospitales como el Mount Sinai; compañías como Moderna, GSK, Pfizer o Jonhson & Johnson; fundaciones como la Bill & Melinda Gates Foundation; e investigadores como el nobel Peter Doherty. También cooperan con su visión compañías de medios de comunicación, escritores laureados o antiguos políticos con interés por el futuro de la medicina.

El presidente fundador y director de The Human Vaccines Project es el médico Wayne Koff, especialista en VIH. “Buscamos nuevas estrategias para desarrollar y dispensan vacunas contra las enfermedades del siglo XXI”, explica en una entrevista con Science Media Hub. A su juicio, las necesidades de inmunización han cambiado en los últimos tiempos, “y la covid-19 nos lo ha demostrado con mucho dolor”. Los investigadores se enfrentan al hecho comprobado de que, en muchas ocasiones, las vacunas no llegan a todos los que las necesitan, con lo que los problemas nunca se atajan del todo: “Los científicos han estado avisándonos desde hace décadas. Con cada nueva vacuna, el reto está en proteger a quienes son más vulnerables: los recién nacidos, los mayores y las personas que viven en países de rentas medias y bajas. Y la mayor parte de las vacunas no son tan efectivas en estos grupos vulnerables, no solo en el caso de la covid. La humanidad se enfrenta a un incremento pavoroso de afecciones como el cáncer, las patologías coronarias o el Alzhéimer, como consecuencia del envejecimiento”.

El enfoque de The Human Vaccines Project se basa en “descifrar qué es efectivo para cada sector vulnerable de la población”. Para ello, se unen campos como la biomedicina, la ingeniería, las matemáticas, la estadística o la informática, a través de la Inteligencia Artificial. “La cantidad de datos generados por los científicos excede la capacidad humana de entenderlos adecuadamente”, afirma Koff, “así que pensamos en la Inteligencia Artificial como una herramienta para procesarlos y utilizarlos”. A pesar de todo, el factor humano sigue siendo clave, “al menos en el futuro inmediato, para establecer procedimientos seguros y éticos a la hora de probar y aprobar nuevos tratamientos y vacunas”.

Las líneas de trabajo de The Human Vaccines Project son variadas. Una de ellas, Human Immunomics Initiative, se realiza en colaboración con la Escuela de Salud Pública Harvard T. H. Chan, y utiliza la bioinformática para manejar enormes bases de datos. Con ellas se busca entender qué ocurre en el cuerpo humano cuando envejece y cómo se pueden crear vacunas contra patologías como el Alzheimer, el cáncer o las futuras pandemias. En el otro extremo de la línea de edad se encuentra la Born Strong Initiative, que busca aumentar la salud de los recién nacidos desde antes de que vean la luz por primera vez, mejorando el sistema inmunitario de las madres.

Otra de las líneas de investigación estrella de The Human Vaccines Project es la búsqueda de una vacuna universal para los coronavirus. Con cientos de variantes circulando entre los animales, sus responsables afirman que es cuestión de tiempo que una de el salto a los humanos, poniendo de nuevo en riesgo a la población mundial. Entender bien cómo han funcionado las vacunas existentes es clave para poder reaccionar a tiempo, si es necesario.

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