El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es altamente contagioso y puede provocar infecciones respiratorias graves. La población general es ya consciente de esta realidad en el caso de los bebés y los niños pequeños, pero el virus también es especialmente peligroso para los adultos mayores y para quienes sufren enfermedades respiratorias crónicas. En estas personas, el VRS puede desencadenar complicaciones como bronquitis, neumonía o exacerbaciones de enfermedades respiratorias, que frecuentemente requieren hospitalización e incluso pueden resultar mortales.
Riesgo elevado y carga vírica significativa
Los adultos mayores, especialmente los de 75 años o más, y aquellos entre 60 y 74 años con enfermedades crónicas del corazón, pulmón o sistema inmunitario comprometido, tienen un riesgo alto de sufrir casos graves por VRS. En España se documentan más de 12.000 hospitalizaciones y decenas de miles de casos en atención primaria en mayores de 65 años. Otro dato que da la medida de la gravedad de esta enfermedad: se estima que en Estados Unidos el VRS causa entre 100.000 y 150.000 hospitalizaciones anuales entre este grupo de población.
Los pacientes con enfermedades respiratorias crónicas, como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) o fibrosis quística, pueden estar en mayor riesgo de sufrir infecciones respiratorias virales, incluido el VRS. Además, los adultos mayores y las personas con sistemas inmunológicos debilitados tienen un mayor riesgo de sufrir este tipo de problemas de salud.
Alta efectividad de las vacunas disponibles
Las vacunas autorizadas contra el VRS demuestran una protección muy significativa, con una eficacia superior al 82 % en personas de 60 años o más, y más del 94 % en quienes padecen asma, epoc, insuficiencia cardíaca o enfermedades crónicas similares. En ensayos clínicos y en condiciones reales, estas vacunas previenen entre el 60 y el 85 % de los casos graves, urgencias y hospitalizaciones.
Facilidades para la administración y seguridad
La vacuna se administra en una sola dosis intramuscular y no requiere repetirse cada temporada. Además, se puede administrar al mismo tiempo que otras vacunas estacionales, como la antigripal o la del covid-19, lo que facilita su integración en los programas de vacunación. Los efectos secundarios suelen ser leves y transitorios: dolor en el punto de inyección, fatiga, dolor muscular o de cabeza. Efectos secundarios más importantes han sido reportados en muy pocos casos y aún no se confirma una relación causal directa.
Impacto sanitario y social de la vacunación
La vacunación contra el VRS no solo protege a los individuos, sino que también alivia la presión sobre el sistema sanitario y reduce el riesgo de transmisiones comunitarias. En España, la falta de inclusión de la vacuna en los programas de muchas autonomías genera desigualdades, pues no todas las autonomías las garantizan (aunque cada vez son más las que la incluyen en el calendario anual).
Una cuestión de ética
Vacunar a los mayores y a los respiratorios crónicos supone reconocer su vulnerabilidad, reducir inequidades en salud y aprovechar una evidencia científica sólida. España ha sido líder en prevención del VRS en lactantes, por lo que debería extender ese enfoque también a adultos vulnerables.
Fuentes
Neumoexpertos en prevención: evaluación de vacunación contra el VRS en adultos mayores en España
Documento de posicionamiento multisocietario sobre la vacnación de VRS en adultos
CVEEP: Lo que hay que saber sobre las vacunas contra el VRS para adultos mayores
Consalud: La vacunación frente al VRS en mayores llega a España
El País: Frío y enfermedades respiratorias: ¿qué sabemos de esta relación?

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