¿Cómo se enfrentan los pacientes a las crisis de asma? Y, más allá, ¿en qué medida les condicinan su vida? Tres pacientes con esta patología conversan sobre ello en un episodio de Date un respiro, el podcast de salud respiratoria de Fenaer.

Para Patricia Sedano, de Madrid, conocer que la enfermedad que la ahogaba era asma supuso “un alivio, la tranquilidad de que se acabe la incertidumbre, aunque comienza una nueva. Lo único que sabía del asma en ese momento, hace veinte años, era que a mis compañeros que la sufrían no les dejaban correr, pero poco más”. Algo parecido le ocurrió a Roberto Sánchez, de Bilbao: “Hace 16 años, después de muchas crisis, acabé en el hospital y me dijeron que tenía asma. En el primer momento te sientes un ignorante, porque no sabes lo que significa. Lo aprendes con el paso de los años: todo lo que me ha limitado, todo lo que afecta a la vida social y laboral lo he ido comprobando con los años”.

Por su parte, María José Madrid, de Málaga, fue diagnosticada con 14 años, y tampoco tenía demasiadas referencias sobre asma: “Para mí era completamente desconocido salvo por la película de Los Goonies, en la que había un personaje que usaba aerosol”.

Luchar contra el asma es “enfrentarse a mil batallas”, explica Patricia: “Cosas que hacías bien, subir escaleras corriendo y tal, te son cada vez más difíciles. El tabaco es capítulo aparte, porque a mí me pilló con veinte años y yo me iba a un pub y todo el mundo fumaba. Yo tuve varias veces de caerme al suelo porque me ahogaba. Pero también he tenido mucha empatía a mi alrededor: empezamos a salir al aire libre. Y en el trabajo también me he encontrado a gente muy respetuosa”. También cambian las aficiones porque “con el asma hay cosas que te paralizan y empiezas a tener miedo a situaciones a las que no temías. Al final la experiencia es un grado, pero hasta llegar aquí ha sido un camino largo”.

Este episodio ha contado con el apoyo no condicionado de Sanofi, GSK y Gebro Pharma.