En esta situación de crisis por la pandemia de la COVID-19, las personas con enfermedades respiratorias constituyen un grupo de alto riesgo y, por lo tanto, deben seguir de manera estricta las indicaciones de las autoridades sanitarias y de sus propios médicos.  Sin embargo, es también fundamental intentar que el confinamiento y la amenaza del virus en sí no se conviertan en una fuente de ansiedad que agrave esta circunstancia excepcional.

Entre las recomendaciones fundamentales, es importante extremar las medidas de higiene sin que ello suponga una actividad agobiante, para lo cual es aconsejable establecer una rutina fijando momentos concretos para cada acción relacionada con la higiene.

En el caso de los pacientes en aislamiento domiciliario por el nuevo coronavirus, deberán cuidarse especialmente esas medidas higiénicas, tanto en lo que respecta al propio paciente como a sus familiares o cuidadores, procurando que la persona afectada cuente con una habitación y baño de uso exclusivo y evitando compartir sus útiles de aseo  y alimentación con el resto de habitantes de la casa.

Evitar la sobreinformación es otra recomendación útil para sobrellevar de la mejor manera el confinamiento y, en el caso de pacientes afectados por el nuevo coronavirus, el aislamiento. Es aconsejable no estar permanentemente pendiente de las informaciones que se difunden sobre la pandemia, sino dedicar solo uno o dos momentos del día a informarse y siempre buscando fuentes contrastadas y fiables.

Por último, el paciente debe tener un teléfono para contactar con el equipo sanitario correspondiente en caso necesario.