El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) es altamente contagioso y puede causar enfermedades graves en lactantes, especialmente en los menores de 6 meses, y en personas mayores o con enfermedades respiratorias crónicas. Protegerse es esencial, ya que la infección se transmite fácilmente por contacto directo con superficies contaminadas o por gotas respiratorias. Aquí algunos consejos para prevenir el contagio:
- Higiene de manos: Lávate las manos con frecuencia, usando agua y jabón, especialmente antes de tener contacto con bebés o personas vulnerables.
- Evitar contacto con personas enfermas: Si presentas síntomas respiratorios, como tos o fiebre, evita acercarte a bebés y personas de riesgo. El VRS puede transmitirse incluso antes de que aparezcan los síntomas.
- Limpieza de superficies: Desinfecta regularmente las superficies que tocas a menudo, como pomos de puertas, juguetes o mesas. El VRS puede sobrevivir en estas superficies hasta 12 horas.
- Cubre la boca y nariz: Al toser o estornudar, utiliza un pañuelo o la parte interna del codo para evitar la propagación de gotas respiratorias.
- Evitar el humo: El humo de tabaco y otros contaminantes puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias en los niños.
Aunque no existe un tratamiento específico para el VRS, prevenir la infección es la mejor manera de proteger a la población vulnerable. Mantener estas prácticas de higiene y ser cautelosos durante los meses de mayor incidencia, entre noviembre y marzo, puede marcar la diferencia.
Para ayudarte en este trabajo, Fenaer ha editado con el apoyo no condicionado de Pfizer y Sanofi el folleto Virus Respiratorio Sincitial en bebés y niños pequeños: información para padres.
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