EDITORIAL
La indignación de los pacientes respiratorios crece de modo exponencial según avanza la campaña de vacunación contra la covid-19. Por solidaridad y en aras del beneficio común hemos comprendido y compartido la necesaria prioridad de nuestros mayores, de los sanitarios, de las profesiones esenciales o de los grupos potencialmente más transmisores del virus. Pero los principios éticos de igualdad, equidad, dignidad de derechos y de protección a la discapacidad sobre los que en teoría se sustenta el plan de vacunación en España se rompen en millones de pedazos cuando la edad es ya el único criterio de vacunación, fuera de las muy pocas excepciones introducidas por la presión de las federaciones y plataformas nacionales de pacientes.
No se protege la discapacidad cuando se relega la vacunación de las personas con enfermedades respiratorias graves.
No se defiende la igualdad cuando se inmuniza a personas sanas frente a las de alto riesgo de muerte, de padecer importantes secuelas que reduzcan su ya precaria calidad y esperanza de vida, y con escasas posibilidades de resistir si desarrollan covid-19 grave por su mermada salud pulmonar previa.
No se aplica el principio de equidad al priorizar la vacunación de personas sanas que, dentro de las restricciones, llevan una vida normal, cuando miles de pacientes respiratorios crónicos están aislados en sus hogares desde marzo de 2020.
No se protegen ni la dignidad ni los derechos cuando se obvian los estudios científicos que apuntan a la extrema vulnerabilidad de los pacientes crónicos respiratorios ante una eventual infección por un virus cuyos síntomas más graves y prevalentes son, precisamente, los respiratorios.
El sistema ignora a los pacientes respiratorios en un contexto, además, de falta de atención sanitaria, en el que una quinta parte de los afectados no ha tenido citas presenciales con sus médicos desde finales de 2019, y más de la mitad manifiestan que su salud ha empeorado durante la pandemia por la falta de ejercicio derivada del larguísimo auto confinamiento y la ausencia casi total de contacto social.
España nos está fallando de un modo muy cruel. La Comisión de Salud Pública ha relegado conscientemente a un importante grupo de la población por no prever mecanismos que sí se han establecido en la mayoría de los países europeos, para proteger a los pacientes crónicos de elevado riesgo antes que a las personas sanas. Aquí se deja en manos de la suerte por año de nacimiento a cientos de miles de personas jóvenes y de mediana edad con enfermedades pulmonares muy severas con evidencia de riesgo al desarrollar covid-19 grave, tales como epoc, enfermedades pulmonares intersticiales, asma grave, hipertensión pulmonar o las de baja prevalencia fibrosis pulmonar idiopática (FPI), linfagioleiomiomatosis (LAM), déficit de Alfa-1 Anytitripsina (DAAT) y fibrosis quística, cuando muchas de ellas, además, debutan ya en la infancia y desde luego en adultos jóvenes menores de 50 años.
De ningún modo es defendible que personas sanas en las décadas de los 50 y los 60 reciban la vacuna mientras personas vulnerables de todas las edades siguen encerrados en sus hogares y desconocen a día de hoy cuando podrán recuperar mínimamente su actividad personal y social sin poner en riesgo sus vidas.
Me siento muy identificada con vosotros, tenéis toda la razón del mundo y os doy todo mi apoyo. A mi aún no me han vacunado y estoy en el grupo de +75 y puedo esperar perfectamente.
Suscribo todo lo expuesto. Somos los grandes olvidados.
Estoy muy desilusionada con los políticos, nos han vuelto a metir.. Porque al principio los grupos de riesgos, íbamos a estar en las primeras tadas para la vacunación…y ahora que ha pasado con nosotros…?
Para mí esto es vergonzoso.
Personas sanas vacunadas y los enfermos crónicos y respiratorios aquí esperando, no se acuerdan de nosotros, es muy frustrante !!!
Absolutamente de acuerdo
Es una verdadera vergüenza.
Soc una persona gran i per norma respecto molt els criteris dels que tenen responsabilitat per establir normes. No es pas facil.
Ara no entenc que les persones amb problemes respiratoris i amb afectacions pulmonars se les tingui oblidades per la vacunació.
Pot ser que hi hagi un motiu pero per respecte, caldria informar i comunicar.
Esta molt be que ens vacunin els grans pero, penso que no cal ser dels grups preferents. Hi han altres motius.
No se on arribarà aquest comentari meu. M agradaria sentir algu amb alguna explicació.
Moltes gracies.
Totalmente de acuerdo . Tengo 54 años, una enfermedad incurable como la hipertensión pulmonar con insuficiencia cardíaca, llevo oxigenoterapia 24 horas al día , es decir , soy de alto riesgo . Pues bien , no hay ningún grupo en el que esté incluido ( ni muchos otros enfermes respiratorios o cardiópatas) . Mientras, por ejemplo, mis hermanas mayores, totalmente sanas, están siendo ya vacunadas por edad, o por ser sanitarias jubiladas.
Este gobierno , y el de mi comunidad autónoma que es Catalunya, se les tendría que caer la cara de vergüenza.
Me temo que como no nos coordinemos y visibilicemos nuestra protesta en los medios informativos, ni se van a enterar…
Si la EPOC, sigue siendo una gran desconocida, esta situación que afecta a tod@s est@s pacientes, correrá la misma suerte.
Denunciarlo en todos los medios de difusión que podais(Wapsa,radio, tv,prensa,Instagram, etc.)la única forma que se enteren que lo están haciendo mal.
Tengo 75 años y padezco FPI. hoy me vacunan,pero hay pacientes más jóvenes que necesitan la vacuna antes que yo.
Jo tinc EPOC en estat greu, sóc portadora d’oxigen les 24 hores, m’han vacunat aquest dilluns xq em tocava per edat. Fa temps que insisteixo al meu ambulatori en la necessitat de vacunarme i res de res, em deien que em vacunesin a la V Hebrón xq em visita l’equip de pneumòlegs de trasplants, i al V Hebrón deien que fins que no estigui a llista d’espera X trasplant no em poden vacunar allà, molt penós tot plegat.