La comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados debatirá próximamente una proposición no de ley presentada por el grupo parlamentario de Ciudadanos en la que se reclama “garantizar el criterio clínico en el uso de inhaladores” para pacientes con enfermedades respiratorias. La propuesta pide al Gobierno que sean los médicos los que decidan “libremente qué dispositivo es el más adecuado y eficaz”.
“Más del 85% de las emisiones de gases fluorados provienen de otras actividades que nada tienen que ver con estos inhaladores, cuyo impacto global en las emisiones de gases fluorados es prácticamente testimonial”, se argumenta en el texto de la proposición. Los pDMI, como se denominan este tipo de dispositivos, deben mantenerse “al menos hasta que existan sustitutivos de igual eficacia y cuya adopción no afecte a la adherencia terapéutica de cada paciente”.
Para conseguir cuanto antes estos tratamientos de igual eficacia y menor impacto ambiental, Ciudadanos pide “fomentar y facilitar la I+D en materia de desarrollo de dispositivos inhaladores que no hagan uso de gases fluorados para su funcionamiento, de forma que progresivamente puedan introducirse en el mercado nuevas opciones”.
Ciudadanos apunta en el escrito que, pese a que la lucha contra el cambio climático debe ser prioritaria, una limitación de los dispositivos presurizados “puede tener un impacto muy negativo en los pacientes de asma y epoc”. Recuerda, además, que la propia Unión Europea contempla una exención para estos fármacos en sus reglamentos de protección de la naturaleza. “Actualmente no existe ninguna alternativa viable para sustituirlos”, explica la proposición, “y, por tanto, se podría provocar una disrupción importante de los tratamientos”.
Estigmatizar al paciente
Los argumentos en los que se apoya la proposición de Ciudadanos coinciden con el posicionamiento de FENAER, que destaca que la elección del tipo de dispositivo debe ser una decisión puramente clínica y en la que se deben tener en cuenta no solo las opciones terapéuticas disponibles, sino también la historia, las preferencias, las habilidades y las capacidades del paciente.
Para FENAER, no hay dispositivos buenos o malos. Ningún inhalador es en sí mismo mejor o peor que otro. Ni los inhaladores ni sus principios activos son intercambiables, ni se pueden sustituir sin el acuerdo entre el médico y el paciente, que es en quienes recae la responsabilidad de cuidar la salud. En la gran mayoría de los casos, hallar el inhalador ideal para un paciente es el resultado de un largo proceso de prueba y error en el que toman parte activa no solo los fármacos y sus combinaciones, sino también el modo de inhalación.
La Federación coincide con la proposición de Ciudadanos en que la solución no puede estar en la restricción, ni en la estigmatización de las personas que necesitan un determinado tipo de inhalador, sino en el impulso de la innovación y el desarrollo de nuevos propelentes que en un plazo de tiempo razonable reduzcan progresivamente la huella de carbono de los pMDI.
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