Poco conocido, incluso un tanto misterioso, pero igualmente dañino y muy extendido. El Virus Respiratorio Sincitial (VRS) afecta al 90% de los niños en sus primeros dos años de vida, provoca bronquiolitis que pueden llevar a la hospitalización de los pequeños y es el segundo patógeno que causa más mortalidad entre los lactantes, sólo por detrás de la malaria. El desplazamiento de la atención del público hacia la covid-19, lógico en tiempos de pandemia, ha supuesto que este gran problema de salud permanezca en unas sombras de las que es necesario sacarlo.
El VRS es muy contagioso y se transmite a través de gotículas en suspensión o, principalmente, contacto directo con secreciones orales o nasales de un infectado. Puede provocar síntomas parecidos a los de la gripe y afectar al tracto respiratorio inferior, inflamando los bronquiolos y provocando edemas en la mucosa e hipersecreción.
El VRS no dispone todavía de un sistema específico de vigilancia
Su aparición estacional depende de factores como la humedad, la temperatura y la ubicación geográfica, aunque no es totalmente predecible. Y mucho menos cuando las medidas que se han tomado para prevenir el contagio del coronavirus (por otra parte, tan efectivas e imprescindibles) ha trastocado notablemente esa estacionalidad. Esto ha provocado que detectar su aparición más o menos generalizada se haya complicado notablemente para los médicos. En España, según apuntan los doctores Martinón y González Barcala en la revista Archivos de Bronconeumología, “no se dispone de un sistema específico de vigilancia epidemiológica del VRS” y la detección se basa “en el simple acúmulo de casos o las percepciones compartidas de los clínicos”.
El desplazamiento de atención y recursos hacia la covid-19 ha dejado en un segundo plano al VRS, un problema de salud pública que, sin embargo, no ha dejado de estar ahí. Martinón y González Barcala avanzan en su artículo que, dado que los niños nacidos desde 2020 y sus madres no han estado expuestos a él (debido a las medidas contra la pandemia), es de temer un resurgimiento problemático del VRS, incluso en forma de epidemia: “Aunque no sabemos cuándo acontecerá, seguro que será distinta y previsiblemente más intensa que las anteriores y más exacerbada cuanto más se prolongue la situación actual”.
Desarrollo de nuevos fármacos contra el VRS
Del VRS todavía se desconocen muchas cosas. Parece que infecta las células dendríticas derivadas de los monocitos y permanece latente en ellas durante períodos prolongados. La buena noticia es que en los últimos tiempos se han producido avances considerables en su prevención y su tratamiento.
Están en marcha ensayos clínicos de vacunas que, con una única dosis, pueden cubrir todo el período estacional de VRS. Se están desarrollando también fármacos antivirales, de administración oral o inhalada, que permitirían en un futuro curar a quienes hayan desarrollado ya la infección. En la actualidad existe un solo medicamento para combatir el VRS, que se administra mensualmente a recién nacidos prematuros durante los períodos en los que se espera que haga su aparición el virus.
Fuentes y más información:
¿Dónde se esconde el virus respiratorio sincitial? Artículo completo en Archivos de Bronconeumología
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