El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermos Respiratorios (Fenaer), Mariano Pastor, participó ayer en la mesa redonda ¿Qué necesita el SNS para frenar el impacto de las enfermedades respiratorias?, celebrada en el marco del evento Respirar. La cita se celebró en Madrid, impulsada por la Fundación AstraZeneca con la colaboración de SEPAR, SEAIC, GRAP, SEFH, SEMI, SEFAC y Fenaer y el aval de Semergen. En su intervención, Pastor puso de manifiesto la urgencia de articular una estrategia nacional coordinada que aborde de forma equitativa, integral y multidisciplinar el tratamiento de estas patologías.
Pastor destacó que las enfermedades respiratorias generan un impacto triple: en la sociedad, en el sistema de salud y en los propios pacientes. Para contrarrestarlo, abogó por una estrategia global que unifique criterios de prevención, diagnóstico y tratamiento, y que garantice la equidad en el acceso a los recursos sanitarios en todas las comunidades autónomas.
Apuntó la existencia de profundas desigualdades territoriales, no solo entre comunidades, sino incluso entre hospitales de una misma región. Señaló que el acceso a programas como la rehabilitación respiratoria, la atención psicológica o los tratamientos innovadores depende hoy en día del lugar de residencia del paciente, lo cual, a su juicio, resulta inaceptable en un sistema público de salud.
“El abordaje de las enfermedades respiratorias no será de calidad si no se garantiza una coordinación efectiva entre territorios, hospitales, niveles asistenciales y servicios”, afirmó. En ese sentido, remarcó la necesidad de incorporar a la estrategia nacional aspectos fundamentales como la nutrición, la salud mental o la fisioterapia respiratoria, a menudo desatendidos.
Investigación e innovación
Durante su intervención, Pastor también subrayó la importancia de apoyar la investigación y de agilizar los procedimientos para la incorporación de innovaciones terapéuticas en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, eliminando barreras administrativas y desigualdades por territorio o patología.
Respecto al diseño de una futura estrategia nacional, Pastor defendió el papel protagonista que deben jugar los pacientes a través de sus organizaciones representativas. “Los pacientes respiratorios somos expertos en convivir con la enfermedad y usuarios directos de la atención sanitaria; por tanto, debemos estar presentes en la planificación, gestión y evaluación de las políticas que nos afectan”, afirmó.
Jornada dentro del Proyecto Respirar
La jornada Respirar, celebrada en el Espacio Bertelsmann de Madrid, comenzó con una sesión de bienvenida centrada en el impacto de las enfermedades respiratorias en España. Esta introducción estuvo a cargo de Julio Ancochea, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Universitario de La Princesa y director científico del Proyecto Respirar, acompañado por Ismael García Moguel, del Comité de Asma de SEAIC, y Juan Carlos López Caro, presidente del Grupo de Respiratorio en Atención Primaria.
A continuación, se celebró la mesa redonda en la que participó Mariano Pastor, junto a Jorge del Estal, coordinador del grupo de Patologías Respiratorias de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria; Faustino Blanco, director de FINBA y exsecretario de Estado de Sanidad; así como un representante de la Junta de Andalucía. La segunda mesa redonda, titulada ¿Qué necesita el SNS para frenar el impacto de las enfermedades respiratorias?, contó con la participación de Pilar Aparicio, responsable de la coordinación de estrategias de salud y coordinadora de la actualización de la Estrategia de Cronicidad del Ministerio de Sanidad.
La jornada “RESPIRAR para transformar. Soluciones compartidas ante el reto de las enfermedades respiratorias” abordó el avance hacia una estrategia integral en el abordaje de enfermedades respiratorias crónicas como el asma y la EPOC, que afectan ya a una cuarta parte de la población española. Estas patologías, tercera causa de mortalidad en el país, suponen un gran coste económico y humano, mientras el Sistema Nacional de Salud carece aún de una respuesta homogénea y estructurada. Durante el encuentro, se destacó la necesidad de una coordinación entre niveles asistenciales, el uso sistemático de herramientas diagnósticas como la espirometría, y una mayor capacitación profesional.
Además, se subrayó la importancia de definir indicadores de impacto, involucrar activamente a los pacientes en la planificación y adaptar las estrategias sanitarias a nivel regional. Se valoró también el papel de España en la OMS como una oportunidad para liderar un enfoque más centrado en la prevención y la equidad.
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