La presión asistencial derivada de la crisis de la COVID-19 ha afectado de forma negativa a la atención a los pacientes respiratorios crónicos, que en muchos casos han visto anuladas sus revisiones, primeras consultas y pruebas. Es por ello que FENAER reclama que se aproveche la desescalada y la disminución del número de contagios para que se refuerce esa atención y se recupere el tiempo perdido por el coronavirus.
Así lo pone de manifiesto el presidente de la Federación, Mariano Pastor, en una entrevista publicada por iSanidad, en la que destaca que «con el colapso de hospitales solo se han atendido los casos urgentes», con lo que no ha habido ajuste de tratamientos ni nuevos diagnósticos, «e incluso en algunas patologías se han suspendido tratamientos crónicos de administración hospitalaria». Pese a que «sabemos perfectamente que era la única opción», Pastor señala que la realidad es que los pacientes llevan varios meses sin atender y por ello «si no aprovechamos los meses de baja incidencia de la Covid-19 las consecuencias pueden ser graves, y más si pensamos en un personal sanitario exhausto y la cercanía de los meses de vacaciones».
El presidente de FENAER señala, no obstante, que los profesionales sanitarios han tenido un cuidado especial con estos pacientes a través de consultas teléfonicas y atención a distancia. «La disponibilidad de los neumólogos ha sido toda la posible considerando las durísimas circunstancias de las últimas semanas y las condiciones en las que trabajaban, teniendo en cuenta además que ellos mismos han sido los más castigados por la Covid-19, con un elevadísimo número de infectados», apunta Pastor. Además, han contado también con el apoyo de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, SEPAR, en cuanto a la difusión de información y resolución de dudas. «Estamos en deuda con el conjunto de los profesionales sanitarios y, nosotros, muy especialmente con nuestros neumólogos», resalta.
DIAGNÓSTICO TEMPRANO Y ELIMINACIÓN DEL VISADO
Mariano Pastor defiende también en la entrevista el diagnóstico temprano de las enfermedades respiratorias y la reducción de burocracia como la impuesta en el caso del visado de la triple terapia, lo que, además de beneficios para los pacientes, supondría el ahorro de recursos sanitarios, tanto humanos como económicos. «Diagnosticar e intervenir a tiempo en patologías de gran prevalencia como la epoc y el asma, y en general en todas las respiratorias, ahorraría muchísimo sufrimiento y también mucho dinero», subraya.
Asimismo, considera fundamental la existencia en los centros de atención primaria de unidades de enfermería especializadas en patologías respiratorias, por cuanto «permitiría realizar de forma ágil pruebas como las espirometrías, o el desarrollo de planes individuales de cuidados para los pacientes, entre otras muchas ventajas». Algo en lo que FENAER coincide con todas las sociedades médicas involucradas.
Por otra parte, considera que el confinamiento «ha provocado que la gran mayoría de los pacientes hayan dedicado más energía a sus propios cuidados y estén ahora más concienciados sobre la necesidad de mantener al día sus tratamientos, lo que seguramente ha incrementado la adherencia». Sin embargo, ahora que se avanza en la desescalada, los pacientes respiratorios temen un rebrote de la infección por el nuevo coronavirus, especialmente porque «a pesar de todo lo ocurrido todavía hay muchas personas que no son conscientes de la magnitud de lo que ha sucedido» y del daño que pueden causar a las personas más vulnerables. No obstante, Mariano Pastor confía en que «poco a poco esto cambie, y que entre todos podamos evitar la vuelta atrás».
Puedes leer la entrevista completa aquí
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