Dejar de fumar tiene efectos beneficiosos inmediatos. Según la American Cancer Society, sólo hay que esperar veinte minutos desde el último pitillo para comenzar a notarlo, aunque para que la salud mejore de forma notable hay que ser constante e insistir. Y no solo mejora el organismo: también se redescubren sensaciones y posibilidades que el tabaco ha mantenido secuestradas.
- 20 minutos: baja la presión sanguínea y disminuye el ritmo cardícaco.
- 12 horas: vuelve a niveles habituales el monóxido de carbono en el organismo.
- A partir de 15 días: mejoran la circulación y la función pulmonar.
- Después de 1 mes: La dificultad para respirar va disminuyendo, así como la tos, y se reduce el riesgo de infección pulmonar.
- 1 año: se reduce a la mitad el riesgo de cardiopatía y de ataque al corazón.
- 5 años: se reduce a la mitad el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago y vejiga. El riesgo de accidentes cerebrovasculares es similar al de persona no fumadora después de 2 a 5 años.
- 10 años: disminuye a la mitad el riesgo de morir por cáncer de pulmón.
- 15 años: el riesgo de cardiopatía es igual al de un no fumador.
Fuente: American Cancer Society
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