Las vacunas son ciencia, no creencia. Su efectividad está probada y no depende de opiniones favorables o contrarias. Tampoco su seguridad. Lo describe de maravilla el doctor Sanjay Gupta, corresponsal médico de la cadena estadounidense CNN: “Es cien veces más probable que te caiga un rayo encima que sufrir una reacción alérgica seria a una vacuna”.
No hay muchos productos destinados al uso humano que pasen por tantos y tan exhaustivos controles como las vacunas. Según la Asociación Española de Vacunología, son “los medicamentos más seguros que existen, pues para su autorización han debido realizarse más estudios y controles que con ningún otro”. Para aprobar una vacuna, sus desarrolladores deben testear su seguridad con miles de personas, probando que produce efectos indeseables antes de su comercialización. Tras una fase preclínica en la que se hacen ensayos in vitro y con animales, comienzan tres fases de ensayos clínicos en los que se comprueba la seguridad, se ajustan las dosis adecuadas y se vuelven a examinar la eficacia y la seguridad. Los controles no se reducen a su fase de estudio, sino que continúan durante toda la vida útil del preparado: una cuarta fase estudia los efectos a largo plazo del medicamento.
Es cierto que las vacunas pueden producir algunos efectos secundarios, casi siempre leves (enrojecimiento de la piel, dolor, inyección, febrícula). También es cierto que en ocasiones excepcionales pueden generar reacciones alérgicas graves. Sin embargo, la posibilidad de contraer una enfermedad prevenible es inmensamente mayor que la de sufrir problemas por una inyección.
Aun así, hay quien sigue creyendo que las vacunas tienen gravísimos efectos secundarios, o que provocan autismo. En realidad, esta última afirmación es un mito sin la más mínima base, como afirman agrupaciones como la Confederación Autismo España. El bulo nació de una publicación hecha en los años noventa con datos falseados y sin rigor científico (y que le valió a su autor, Andrew Wakefield, la retirada de su licencia para ejercer la medicina en el Reino Unido). Dos décadas de estudios después, ninguna evidencia apoya esta afirmación.
Fuentes
Asociación Española de Vacunología: Seguridad vacunal
Dr. Sanjay Gupta: Los beneficios de las vacunas son un hecho
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