En la Semana Mundial de la Inmunización 2022, Fenaer difunde la campaña El enemigo es la enfermedad, no la vacuna, con el objetivo de poner en valor la influencia positiva que han tenido las vacunas en la evolución de la especie humana, animar a la población a inmunizarse contra patologías muy extendidas y refutar algunos de los mitos que se han creado alrededor de estos fármacos, bulos que dificultan un avance rápido hacia la erradicación de males perfectamente prevenibles. La campaña se difunde bajo la etiqueta común #longlifeforall (larga vida para todos)
La vacunación es la forma más sencilla y segura de protegerse contra las enfermedades, incluso antes de haber entrado en contacto con ellas. La de la inmunización es una de las grandes historias de éxito de la humanidad: en apenas 200 años, hemos ideado fórmulas para minorar el impacto e incluso erradicar patologías que habían causado dolor y muerte durante milenios.
¿Cómo funcionan las vacunas?
Las vacunas “entrenan” al cuerpo humano para que sepa enfrentarse, si lo necesita, a los patógenos que lo afectan. Un organismo vacunado es capaz de reconocer el virus o la bacteria que debe atacar, de producir anticuerpos naturales para hacerlo y de recordar en el futuro cómo combatir.
¿Qué ingredientes hay en una vacuna?
El principal ingrediente de una vacuna es el llamado antígeno, un virus o una bacteria maligna muerta o atenuada que sirve para que el organismo entrene en la lucha contra la enfermedad que provocan. Además, muchos de estos fármacos contienen adyuvantes, que favorecen la respuesta inmune; conservantes, para que su efecto dure más tiempo; y estabilizantes, que facilitan su transporte, almacenamiento y administración.
¿Las vacunas son seguras?
Ningún producto destinado al consumo humano ha sido más analizado, testado, investigado y comprobado que una vacuna cuando se pone a disposición del público. Estos fármacos se someten a durísimos controles de calidad en los que se comprueba tanto su efectividad como su seguridad, analizando los efectos secundarios que puedan provocar. Docenas de investigadores, médicos y funcionarios públicos participan en el proceso antes de que una vacuna entre en el sistema sanitario.
¿Las vacunas tienen efectos secundarios?
En algunos casos, las vacunas pueden producir escozor, enrojecimiento, hinchazón de la zona en la que se han administrado, febrícula o dolor leve. Ningún organismo es exactamente igual a otro, por lo que los efectos secundarios son comunes a cualquier otro medicamento aprobado. En todo caso, las reacciones severas son muy poco frecuentes, y el riesgo de sufrir las enfermedades que combaten es infinitamente inferior al que se corre exponiéndose sin protección a los patógenos.
¿Por qué debo vacunarme?
En primer lugar, vacunarse es la mejor forma de protegerse contra enfermedades prevenibles. La inmunización ha erradicado males seculares como la viruela o la polio, y mantiene controladas otras patologías tan comunes como la gripe, la tosferina, la neumonía o, ahora, la covid-19. En segundo lugar, se trata de un gesto de responsabilidad social. Cuanta más gente se proteja contra estas enfermedades, más barreras para su propagación encontrarán y, por lo tanto, más fácil será interrumpir la cadena de contagios.
Fenaer agradece a Pfizer y Sanofi su colaboración en la difusión de la campaña de la Semana Mundial de la Inmunización.
Puedes colaborar compartiendo los materiales de la campaña.
Organización Panamericana de la Salud: Inmunización
Organización Panamericana de la Salud: Refutando mitos sobre la inmunización
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