La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, Separ, sociedad científica que agrupa a más de 4.700 profesionales sanitarios expertos en todo lo relacionado con la salud respiratoria, y la Federación de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias, Fenaer, que agrupa a 7,5 millones de pacientes con patologías respiratorias, unen sus voces para expresar su descontento ante el contenido del Dictamen de la Comisión para la reconstrucción social y económica aprobado por el Congreso de los Diputados el pasado 21 de julio, y que pone en peligro las actividades de formación, investigación y divulgación que llevan a cabo ambas entidades como ejes fundamentales de su función pública.
En concreto, el punto 47.2. de este Dictamen especifica la prohibición de financiación por parte de la industria farmacéutica de actividades de investigación, divulgación y educación sanitaria. Tanto Separ como Fenaer afirman que es muy deseable que la financiación de este tipo de actividades corra a cargo de la administración sanitaria y que es algo por lo que se debe trabajar.
Exigentes códigos éticos
No obstante, hasta el momento actual, el papel que la administración pública esta jugando en este sentido es muy deficiente y deja mucho que desear. Ese hueco está siendo cubierto por la industria farmacéutica y de tecnologías sanitarias. Pero es muy importante precisar que tanto Separ como Fenaer regulan todas estas actividades con exigentes código éticos.
Estos códigos éticos y de buenas prácticas son públicos y tienen como objetivo fundamental promover una asistencia sanitaria de calidad, promover el bienestar de los pacientes, incentivar la investigación independiente, y desarrollar este tipo de actividades en base a criterios de transparencia, profesionalidad y responsabilidad. Ejemplo de ello es el código ético de Fenin, o el Código de Buenas Prácticas aprobado por Farmaindustria, fundamentado en el Código de la Federación de Asociaciones de la Industria Farmacéutica Europea (EFPIA). Además, en particular, SEPAR ha desarrollado su propio Código de Buen Gobierno que explicita que no se aceptarán aportaciones económicas que condicionen el cumplimiento de sus objetivos, valores o principios o que pongan en peligro el cumplimiento de sus fines.
Es por ello que los presidentes de ambas entidades demandan que, antes de aplicar las medidas de este Dictamen, se abra un diálogo claro y eficaz con todos los actores implicados en el ámbito de la sanidad española, para crear un marco de colaboración ajustado a la realidad.
El Dr. Carlos A. Jiménez-Ruiz, presidente de Separ, solicita “un acuerdo de consenso que legitime y reconozca el trabajo que desarrollan eficazmente las Sociedades científicas -Separ cuenta ya con más de 50 años de trayectoria en el cumplimiento de objetivos de formación, investigación y divulgación que fundamentalmente redundan en nuestros pacientes y en la Sociedad en general”.
Por su parte Mariano Pastor, presidente de Fenaer, pide a los partidos políticos que reflexionen sobre el papel social de las asociaciones: “para la mayoría de los pacientes las asociaciones somos el apoyo, la referencia y la principal fuente de información, además de cubrir muchas lagunas asistenciales y de apoyo a los pacientes que el sistema no es capaz de proporcionar”.
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