La tos crónica, definida como aquella que se prolonga más de ocho semanas en adultos o cuatro semanas en niños, es una afección que puede tener un fuerte impacto en la vida diaria. No solo se asocia a enfermedades como asma, EPOC, bronquitis o reflujo gastroesofágico, sino que también puede cursar de manera independiente, generando problemas físicos —dolor en el pecho, vómitos, mareos, incluso desmayos en ataques graves— y consecuencias emocionales, como ansiedad, depresión o aislamiento social.
Para mejorar la calidad de vida, es fundamental acudir al médico ante una tos persistente. El diagnóstico se basa en una historia clínica detallada, en pruebas de imagen y función pulmonar, y en la exclusión de patologías que puedan originarla. Existen cuestionarios específicos, como el HARQ, que ayudan a valorar la frecuencia, intensidad y desencadenantes de los episodios. Identificar la causa es imprescindible, ya que el tratamiento puede variar desde antibióticos para infecciones bacterianas, inhaladores en caso de asma, antiácidos frente al reflujo o antihistamínicos para alergias, hasta nuevos medicamentos específicos para la tos crónica refractaria.
Hábitos preventivos
Junto con el tratamiento médico, hay hábitos que ayudan a prevenir y aliviar los síntomas. Dejar de fumar y evitar la exposición al humo del tabaco es esencial, así como mantenerse alejado de irritantes ambientales como perfumes fuertes o contaminantes. Mantener una buena hidratación, controlar el peso, utilizar humidificadores en caso de tos seca y realizar fisioterapia respiratoria pueden ser de gran ayuda. Además, medidas sencillas como tomar miel o chupar caramelos para suavizar la garganta contribuyen a reducir la irritación y la frecuencia de los episodios.
La tos crónica afecta entre un 3,3% y un 12% de la población general y, en España, estudios recientes sitúan su prevalencia en torno al 8,2% a lo largo de la vida. A pesar de su frecuencia, sigue siendo una enfermedad infradiagnosticada, lo que retrasa el inicio del tratamiento y aumenta el sufrimiento de los pacientes. Por ello, es fundamental no normalizar una tos persistente y consultar siempre con un especialista, que podrá establecer la causa y orientar el manejo más adecuado.
Para facilitar a los pacientes la comprensión de la tos crónica y facilitar la adopción de un estilo de vida saludable, Fenaer ha editado una guía que se puede descargar gratuitamente PINCHANDO AQUÍ.
Fuentes
- Tos crónica. Fenaer
- Normativa sobre tos crónica. SEPAR
- Tos crónica. European Lung Foundation (ELF)

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