Tos crónica

Tos crónica

Se define como tos crónica aquella que dura más de 8 semanas y cursa sin otros síntomas como dificultad respiratoria severa, sibilancias permanentes, debilidad, dolor, pérdida de peso y expectoración con sangre.

Puede tener distintas causas y derivar de otras enfermedades como epoc, asma, bronquitis o rinitis, además del reflujo gastroesofágico, o de una combinación de ellas. No obstante, es mayoritaria la opinión, entre los profesionales sanitarios de todo el mundo, de que la tos crónica debe ser tratada de forma independiente.

Esta enfermedad es causa frecuente de consulta en atención primaria y en neumología y puede tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente por sus consecuencias tanto físicas como psicológicas y emocionales. Vómitos, dolor en las costillas, incontinencia urinaria o incluso desmayo en ataques graves son algunos de los efectos que puede causar. Y, en el plano psicológico, aparece en muchos casos ansiedad, depresión y aislamiento social debido a sentimientos de preocupación e incluso vergüenza por las molestias que la tos pueda provocar en los demás.

La tos crónica aparece mayoritariamente en la edad adulta, especialmente a partir de los 50 años, y afecta más a las mujeres, que tienen aproximadamente el doble de posibilidades de padecerla que los hombres.

En el caso de los niños, se considera tos crónica la que dura más allá de 4 semanas, que es el tiempo en el que suele ceder una tos por catarro de vías altas. Las diferencias en cuanto a morfología de las vías respiratorias y el grado de madurez del sistema neurológico, así como una mayor vulnerabilidad frente a agentes nocivos en las edades pediátricas hacen que la tos crónica en esa etapa sea distinta a la de los adultos. Habitualmente, en los niños se considera un síntoma de otra enfermedad. Su causa más frecuente es la bronquitis bacteriana persistente, mientras que, según diferentes estudios, el asma, las infecciones respiratorias de vías altas o el reflujo gastroesofágico serían el origen de entre el 10 y el 25 por ciento de los casos.

Síntomas y posibles complicaciones de la tos crónica

El síntoma principal de esta enfermedad es la propia tos, que puede tener distinta duración y frecuencia en unos pacientes y otros.

Este síntoma principal puede ir acompañado de otros signos, algunos de ellos derivados de la propia tos crónica y otros relacionados con su origen:

  • Cosquilleo y/o sensación de picor o irritación en pecho y garganta.
  • Gusto extraño.
  • Carraspeo obligatorio.
  • Gusto extraño.
  • Congestión nasal.
  • Goteo posnasal.
  • Dolor de pecho.
  • Sensación de que algo bloquea la garganta.

 

La tos crónica puede, además, derivar en complicaciones como:

  • Dolores de cabeza.
  • Mareos.
  • Incontinencia urinaria.
  • Sudoración excesiva.
  • Vómitos.
  • Apnea del sueño.
  • Síncope (en caso de ataque grave).

 

Causas y desencadenantes de la tos crónica

Varias enfermedades respiratorias, o una combinación de más de una de ellas, pueden causar tos crónica. Entre otras:

  • Asma.
  • Epoc.
  • Bronquitis crónica.
  • Goteo nasal posterior.
  • Sinusitis
  • Rinosinusitis
  • Alergias.
  • Bronquiectasias.
  • Neumonía.
  • Cáncer de pulmón.

El reflujo gastroesofágico, algunos medicamentos y daños en el sistema nervioso pueden ser también causa de tos crónica.

Tradicionalmente, la inflamación de las vías aéreas (asma, bronquitis), el reflujo gastroesofágico y el goteo posnasal han sido las causas a las que más habitualmente se ha atribuido la tos crónica. Sin embargo, en los últimos años la determinación del origen de esta afección ha evolucionado notablemente.

En muchos casos, el tratamiento para esas patologías no elimina la tos crónica refractaria y en otros no se identifica la causa, considerándose la afección como tos crónica idiopática o inexplicable. Frecuentemente, se asocian esos casos al síndrome de hipersensibilidad a la tos, que se caracteriza por una tos molesta desencadenada por exposición baja a irritantes térmicos, mecánicos o químicos.

Entre los principales desencadenantes de un ataque de tos en pacientes con tos crónica, se incluyen:

  • Fumar o exponerse al humo del tabaco.
  • Exposición a contaminación del aire.
  • Exposición a irritantes químicos, como perfumes.
  • Temperaturas bajas o muy elevadas o cambio a un ambiente térmico diferente.
  • Cambios en la actividad física.
  • Cantar.
  • Hablar.
  • Comer.
Diagnóstico de la tos crónica

La falta de concienciación sobre la tos crónica dificulta en muchos casos un diagnóstico rápido y temprano.

Además de la historia clínica del paciente, el médico iniciará el proceso de diagnóstico realizando preguntas sobre la afección, tales como la frecuencia de los ataques de tos, su duración, la coincidencia con posibles desencadenantes, factores de riesgo o la presencia de otros síntomas. Existen cuestionarios, como el HARQ (Hull Airway Reflux Questionnaire), que suelen usarse como herramientas útiles para el diagnóstico de la tos crónica.

Una vez descartadas posibles causas, en base a la historia clínica, como patologías neurológicas o cardíacas o ciertos fármacos, el diagnóstico puede incluir diversas pruebas. Entre las más habituales:

  • Pruebas de imagen: radiografía; tomografía computarizada.
  • Pruebas de laboratorio: examen de mucosidad; hemograma; inmunoglobulinas.
  • Pruebas de función pulmonar: espirometría; volumen pulmonar; pruebas de ejercicio.
  • Rinoscopia.
  • Broncoscopia.
Tratamiento y prevención de la tos crónica

El tratamiento a aplicar para combatir la tos crónica dependerá del origen y causa de la afección. Así, pueden indicarse:

  • Antibióticos (si la causa es una infección bacteriana).
  • Medicamentos inhalados para el asma.
  • Antihistamínicos o corticoides (si el origen es alérgico).
  • Medicamentos para reducir la mucosidad.
  • Antiácidos (en caso de reflujo gastroesofágico como causa).
  • Supresores de la tos.
  • Opiáceos como codeína o morfina.

Actualmente existen varios ensayos -cuyos primeros resultados son prometedores- con nuevos fármacos para el tratamiento de la tos crónica, y más concretamente para la refractaria e inexplicable. Se trata de medicamentos dirigidos específicamente a los nervios que producen la sensación de irritación.

Por otra parte, existen hábitos que ayudan a prevenir y a controlar los síntomas:

  • Dejar de fumar, si se es fumador, y evitar la exposición al humo del tabaco.
  • Beber mucho líquido.
  • Evitar el sobrepeso.
  • Usar humidificadores, en caso de tos seca.
  • Realizar ejercicios de fisioterapia respiratoria.
  • Tomar miel.
  • Chupar caramelos o pastillas para la tos.
Prevalencia de la tos crónica y otros datos
  • La tos crónica es causa muy frecuente de consulta en atención primaria y en atención especializada.
  • Se estima una prevalencia en la población general de entre el 3,3% y el 12%.
  • Un reciente estudio realizado en nuestro país concluye que un 8,2% de españoles sufren tos crónica a lo largo de su vida y un 5,5% la han experimentado durante los 12 meses anteriores.
  • Es una afección infradiagnosticada, especialmente entre la población más joven.
  • Cada vez hay más consenso en el origen multifactorial de la mayoría de los casos de tos crónica. El estudio de Palombini, de 1999, detectó que el 61,5% de los casos de pacientes no fumadores con tos crónica tenía un origen multifactorial, frente al 38,5% de origen unifactorial.
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