Tuberculosis

La tuberculosis

La tuberculosis (TB) es una enfermedad infecciosa causada por una bacteria, el bacilo Mycobacterium tuberculosis que afecta principalmente a los pulmones, aunque también puede implicar a otros órganos del cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro. Entre estas formas extrapulmonares, destaca por su gravedad la meningitis tuberculosa.

Es una patología prevenible y curable, aunque si no se trata adecuadamente puede llegar a ser mortal.

Se transmite de persona a persona a través del aire cuando alguien con la enfermedad pulmonar activa tose, estornuda o habla.

Muchas personas infectadas por la bacteria causante de la tuberculosis no llegan a enfermar. Es lo que se llama infección de tuberculosis latente (LTBI por sus siglas en inglés), que no provoca síntomas ni transmite la enfermedad desde la persona afectada. En la mayoría de los casos de LTBI, las bacterias de la tuberculosis permanecen inactivas en el organismo durante toda la vida sin provocar la enfermedad, ya que las defensas del sistema inmunitario las combaten y evitan que se multipliquen. Sin embargo, en algunas personas, especialmente las que tienen el sistema inmunitario débil, las bacterias pueden activarse en las semanas siguientes a contraer la infección o incluso años después, por lo que es importante tratarlas para evitar que lleguen a sufrir la enfermedad de tuberculosis.

La tuberculosis sigue siendo un importante desafío de salud pública a nivel mundial. La educación y prevención, así como el acceso a un tratamiento efectivo son fundamentales para controlar la enfermedad y para lograr erradicarla.

Síntomas de la tuberculosis

La infección de tuberculosis latente no causa enfermedad, por lo que no hay síntomas ni malestar y no se transmite.

La enfermedad de tuberculosis presenta una serie de síntomas generales y otros específicos que varían según la parte del cuerpo afectada.

Síntomas generales más frecuentes de la enfermedad de tuberculosis

  • Escalofríos.
  • Fiebre.
  • Pérdida de peso involuntaria.
  • Pérdida del apetito.
  • Debilidad.
  • Fatiga
  • Sudores nocturnos.

Síntomas específicos más comunes de la tuberculosis pulmonar:

  • Tos persistente que dura más de tres semanas.
  • Dolor en el pecho.
  • Expectoración de sangre o esputo.

Si la tuberculosis afecta a otros órganos, los síntomas pueden incluir dolor en la zona afectada, sangre en la orina (si afecta a los riñones), o pérdida de movimiento (si afecta a la columna vertebral).

 

Causas y factores de riesgo de la tuberculosis

La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Los gérmenes se propagan de persona a persona a través del aire, por lo que las personas que desarrollan la enfermedad en los pulmones o la garganta pueden contagiar al toser, estornudar, hablar o cantar, ya que expulsan los gérmenes al aire que respiran quienes están cerca.

La tuberculosis no se contagia al tocar, besar o compartir alimentos o platos.

Factores de riesgo

Algunas circunstancias y situaciones aumentan el riesgo de infectarse y contraer la enfermedad de tuberculosis. Entre ellas:

  • Sistema inmunitario debilitado, como en personas con VIH/SIDA, diabetes, o aquellas que toman medicamentos inmunosupresores.
  • Contacto cercano con alguien que tiene tuberculosis activa.
  • Condiciones de vida insalubres o hacinamiento.
  • Desnutrición.
  • Edad (menores de 5 años o adultos mayores).
  • Consumo de tabaco, alcohol o drogas.
  • Profesionales sanitarios.
  • Residencia o viajes frecuentes a países donde la enfermedad está comúnmente presente.
  • Infección con tuberculosis en los últimos 2 años.
  • No recibir el tratamiento correcto para la tuberculosis o la infección de tuberculosis latente en el pasado.

Diagnóstico de la tuberculosis

El diagnóstico de la tuberculosis se inicia con pruebas para determinar si hay gérmenes de tuberculosis en el organismo:

  • Pruebas rápidas de diagnóstico molecular mediante PCR.
  • Prueba de la tuberculina (PPD), donde se inyecta una pequeña cantidad de líquido de prueba bajo la piel del antebrazo.
  • Análisis de sangre, como el ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA).

La prueba inicial de diagnóstico debe hacerse a toda persona con síntomas compatibles con la tuberculosis, así como a aquellas que estén o hayan estado cerca de personas infectadas. Asimismo, deberán hacerse también a las personas con VIH, ya que este virus debilita el sistema inmunitario, por lo que, de estar infectado por tuberculosis latente, esta puede convertirse rápidamente en tuberculosis activa, es decir, en enfermedad de tuberculosis.

Si la prueba inicial muestra la existencia de gérmenes de tuberculosis, deberán hacerse otras pruebas para comprobar si las bacterias están creciendo activamente en algún órgano.

Las pruebas habituales para diagnosticar enfermedad de tuberculosis en los pulmones incluyen:

  • Radiografía de tórax.
  • Prueba de esputo para detectar la presencia de Mycobacterium tuberculosis en la mucosidad de los pulmones.

Para comprobar la afectación a otros órganos del cuerpo, las pruebas pueden incluir análisis de orina y muestras de tejido.

El diagnóstico de tuberculosis en niños es especialmente difícil.

Tratamiento de la tuberculosis

El tratamiento de la tuberculosis implica un régimen prolongado de antibióticos -de 3 a 9 meses-, tanto en el caso de tuberculosis latente como para la enfermedad de tuberculosis. Es importante tratar la infección aunque no se desarrolle la enfermedad (infección de tuberculosis latente), para evitar que esta aparezca, especialmente si el paciente pertenece a alguno de los grupos de riesgo.

Los antibióticos comunes en el tratamiento son:

  • Isoniazida.
  • Rifampicina.
  • Etambutol.
  • Pirazinamida.

Es crucial completar todo el curso del tratamiento para prevenir la resistencia a los antibióticos.

Si existe enfermedad de tuberculosis en pulmones o garganta, el paciente deberá permanecer en casa durante unas semanas para no propagar la infección.

En casos de tuberculosis multirresistente (MDR-TB), es decir, aquella en la que los antibióticos habituales no son capaces de eliminar las bacterias, el tratamiento puede ser más largo y requerir medicamentos adicionales. El manejo de la MDR-TB puede incluir el uso de antibióticos de segunda línea y, en ocasiones, el tratamiento puede durar hasta dos años.

Prevención de la tuberculosis

La tuberculosis es una enfermedad prevenible mediante inmunización por vacunación (actualmente solo disponible para niños) y la adopción de ciertas medidas.

Inmunización por vacunación

Actualmente, existe una única vacuna contra la tuberculosis, que ofrece protección solo contra las formas graves de tuberculosis en niños. Es la BCG, cuyo nombre se refiere al bacilo de Calmette y Guérin, la bacteria modificada en que se basa. Se trata de una vacuna viva con microbios atenuados en el laboratorio, de forma que provocan una respuesta inmunológica defensiva sin causar daño.

No obstante, otra veintena de vacunas candidatas están en investigación en la actualidad, entre ellas, la vacuna atenuada MTBVAC, desarrollada en España.

La vacunación contra la tuberculosis se aplica fundamentalmente en países con un bajo índice de desarrollo humano, en los que la enfermedad es más frecuente. En Europa Occidental no se recomienda la vacunación general de todos los niños, sino solo de aquellos con riesgo alto de contraer la enfermedad:

  • Recién nacidos en zonas o grupos elevado riesgo de infección.
  • Neonatos hijos de madre con tuberculosis pulmonar.
  • Niños no infectados en contacto con pacientes con la enfermedad que presentan un mal cumplimiento o eficacia del tratamiento o con tuberculosis multirresistente.
  • Niños menores de 5 años con prueba negativa que vayan a estar más de 3 meses en países con alta presencia de tuberculosis.

En España esta vacuna no se incluye en el calendario sistemático de ninguna comunidad autónoma.

Medidas preventivas

Algunas medidas resultan fundamentales para prevenir la enfermedad de tuberculosis y evitar su propagación:

  • La medida más importante para controlar y evitar la propagación de la tuberculosis es el diagnóstico precoz y el tratamiento correcto de la forma latente de la infección, especialmente en las poblaciones de alto riesgo.
  • Acudir al médico ante la aparición de síntomas.
  • Para impedir la transmisión, es importante también estudiar de forma exhaustiva los contactos del paciente y llegar al caso que originó la cadena.
  • Evitar el contacto cercano y continuado con enfermos tuberculosos no tratados.
  • Tomar la medicación indicada en el caso de tener infección de tuberculosis latente.
  • Seguir las indicaciones médicas para lograr una buena adherencia al tratamiento y combatir la resistencia a los medicamentos.
Prevalencia y otros datos
  • La tuberculosis es una de las enfermedades infecciosas más mortales del mundo.
  • Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 10,8 millones de personas en todo el mundo contrajeron la enfermedad en 2023, año en el que murieron 1,25 millones de personas por tuberculosis.
  • En España, según datos de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica, en 2023 se notificaron 4.207 casos de Tuberculosis, de los que 263 fueron declarados como importados. La tasa de notificación de casos (excluyendo los importados) fue de 8,2 por 100.000 habitantes.
  • La mayor parte de los casos de tuberculosis notificados en España en 2023 fueron pulmonares (69%).
  • En 2023 se notificaron en España 241 defunciones por tuberculosis, lo que supone una tasa de mortalidad de 0,50 por 100.000 habitantes.
  • La tuberculosis afecta desproporcionadamente a personas de países en desarrollo debido a factores como la pobreza, la malnutrición y el acceso limitado a servicios de salud adecuados. Más del 95% de los casos y muertes por tuberculosis ocurren en países en desarrollo.
  • La tuberculosis es una de las principales causas de muerte en personas con VIH.
  • La India, China, Indonesia, Filipinas, Pakistán, Nigeria, Bangladesh y Sudáfrica representan dos tercios de los casos de tuberculosis a nivel mundial.
  • En un estudio reciente encargado por la Organización Mundial de la Salud y titulado An investment case for new tuberculosis vaccines, se estima que en los próximos 25 años, mediante una vacuna con una eficacia del 50 % en la prevención de la enfermedad en adolescentes y adultos, se podrían evitar hasta 76 millones de nuevos casos de tuberculosis, 8,5 millones de muertes y 42 millones de tratamientos con antibióticos.
Red TBS-Stop Epidemias

En 2013 inició su actividad en España la Red contra la Tuberculosis y por la Solidaridad (Red TBS-Stop Epidemias) creada mediante el consenso entre el Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM-OMC), la Cruz Roja Española, la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), e Ibsen Comunicación, que opera como Secretaría Técnica. Actualmente participan en la red más de 50 organizaciones e instituciones públicas y privadas, entre ellas Fenaer, de los ámbitos sanitario, educativo y de la comunicación.

Los objetivos de esta red son los de concienciar sobre las epidemias, y singularmente la tuberculosis, y promover la prevención para frenarla y lograr erradicarla. Para ello, siguiendo un Plan de Acción Anual, realiza distintas actividades, entre las que se incluyen publicaciones, jornadas, talleres, conferencias, cinefórum, premios y acciones dirigidas a los profesionales de los medios de comunicación.

;

Noticias

ALERGIA RESPIRATORIA

Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.