Alimentación

La dieta y la nutrición constituyen factores decisivos en el desarrollo y evolución de las enfermedades respiratorias.

La desnutrición, la obesidad o un peso inferior al normal pueden tener consecuencias muy negativas para la salud de los pulmones, afectando a la musculatura respiratoria y el parénquima pulmonar.

Las alteraciones nutricionales son complicaciones frecuentes en patologías respiratorias, especialmente en la EPOC, y pueden resultar decisivas para un menor manejo de todas ellas. Por ello resulta crucial incluir en la intervención terapéutica unas pautas de alimentación adecuadas a la situación del paciente y mantener una dieta sana, equilibrada, rica en nutrientes y que evite ciertos alimentos. Ello contribuirá a mantener el índice de masa corporal (IMC) en valores óptimos (entre 21 y 30), lograr una mejor calidad de vida y reducir riesgos en relación con la enfermedad.

Nuestro médico nos informará sobre nuestras necesidades alimentarias y nos asesorará para planificar y mantener una dieta apropiada.

RECOMENDACIONES GENERALES SOBRE LA ALIMENTACIÓN

Al margen de las posibles especificidades que el facultativo indique para cada caso concreto, existen unas recomendaciones generales que indican que la alimentación de los pacientes respiratorios debe:

  • Incluir:
    • Un alto aporte de pescado, fruta y verdura.
    • Pescado azul y marisco.
    • Vegetales de hoja verde.
    • Alimentos ricos en antioxidantes (ciertas frutas y verduras, nueces, almendras, germen de trigo y aceites vegetales, entre otros).
    • Alimentos ricos en magnesio (cereales, semillas, zanahorias, espinacas, entre otros).
    • Líquidos abundantes (salvo contraindicación al respecto).
  • Restringir:
    • El consumo de grasas de origen animal.
    • La ingesta de alimentos altamente procesados (bollería industrial, platos precocinados congelados, refrescos, patatas fritas, rebozados de pollo o pescado, entre otros).
    • El consumo de alcohol y bebidas azucaradas.
    • El consumo en exceso de sal.

Se aconseja, además:

  • Realizar de 5 a 6 comidas al día, con raciones pequeñas.
  • Evitar las comidas copiosas.
  • Comer despacio y masticando bien.
  • Evitar los alimentos muy fríos o muy calientes.

Junto a la influencia de la alimentación sobre las enfermedades respiratorias en general, diversos estudios e investigaciones han detectado afectaciones específicas de la dieta para algunas en concreto.

ALIMENTACIÓN Y PACIENTES CON ASMA

  • Según algunas investigaciones, las vitaminas A, D y E, el zinc, la fruta y la verdura podrían proteger contra el asma.
  • Niveles bajos de vitamina D en niños pueden predisponerlos a padecer asma o alergias.
  • La obesidad es uno de los factores de riesgo de asma.

ALIMENTACIÓN Y PACIENTES CON EPOC

  • Un porcentaje significativo de los pacientes con Epoc avanzado presenta problemas de malnutrición, lo que agudiza los síntomas y empeora el pronóstico.
  • La falta de ejercicio físico puede provocar obesidad, lo que incrementa algunos de los síntomas de esta patología.
  • Mantener un peso saludable puede resultar complicado en pacientes con Epoc grave.
  • Algunos estudios relacionan un elevado consumo de carnes curadas con mayor número de ingresos hospitalarios por EPOC.

ALIMENTACIÓN Y PACIENTES CON APNEA DEL SUEÑO

  • Entre el 60 y el 90 por ciento de los pacientes con apnea del sueño presentan obesidad, lo que supone un riesgo notable en esta enfermedad.
  • Adaptar la dieta para perder peso puede contribuir a reducir los síntomas.

ALIMENTACIÓN Y PACIENTES CON CÁNCER DE PULMÓN

  • La desnutrición es frecuente en los pacientes con cáncer, por lo que es necesario mantener una dieta equilibrada.
  • Varios estudios apuntan a que un alto consumo de frutas, especialmente las que contienen licopeno (albaricoque, sandía, toronja o tomate, entre otras), puede tener un efecto protector frente al cáncer de pulmón.

ALIMENTACIÓN Y PACIENTES CON DÉFICIT DE ALFA-1 ANTITRIPSINA

  • Los pacientes con Déficit de Alfa-1 Antitripsina deben elegir alimentos antiinflamatorios y antioxidantes.
  • Las personas con DAAT tienen que cuidar especialmente su hígado y evitar alimentos o bebidas hepatotóxicas.
Nunca tomes decisiones drásticas en cuanto a tu alimentación sin consultar con tu médico. Tampoco es recomendable auto indicarse suplementos alimenticios: tu médico te los indicará si considera que son necesarios.