Pseudoterapias

¿Qué son las pseudoterapias?

Se denomina pseudoterapia a la sustancia, producto, actividad o servicio con pretendida finalidad sanitaria que no tenga soporte en el conocimiento ni evidencia científicos que avalen su eficacia y su seguridad. La Asociación para Proteger al Enfermo de Terapias Pseudocientíficas (APETP) afirma en su informe 2019 que las terapias pseudocientíficas causan miles de muertos al año en España, además de los evidentes daños económicos a las personas.

Las pseudoterapias se aplican a múltiples patologías y problemas de salud y bienestar. Su extensión está provocando que una parte importante de la población las valore como sustitutas de la atención médica, evite el seguimiento de las indicaciones de los profesionales de salud e, incluso, sustituyan los fármacos que se les prescriben.

La homeopatía en las enfermedades respiratorias

 

Una de las más populares y extendidas y objeto de mucha controversia. Forma parte de las 66 técnicas pendientes de nueva evaluación por parte del Gobierno para determinar si tiene base científica sólida que la apoye como método curativo o si debe clasificarse como pseudoterapia.

Las revisiones realizadas hasta ahora a nivel mundial apuntan, en general, a que no hay evidencia fiable de que la homeopatía sea eficaz en ninguna situación clínica o condición de salud concreta. Los resultados de los ensayos clínicos disponibles son muy contradictorios. Aunque los medicamentos homeopáticos altamente diluidos se consideran seguros para la salud, algunos productos vendidos como homeopáticos presentan diluciones demasiado bajas o contienen alguna sustancia tóxica, lo que puede provocar efectos adversos.

Existen tratamientos de homeopatía para enfermedades respiratorias que aseguran mejorar los síntomas y prevenir su aparición. A este respecto, existen estudios y revisiones sobre la homeopatía en la gripe y el asma que afirman que estos tratamientos no son efectivos e incluso pueden no ser seguros.

¿Es efectiva la haloterapia para las enfermedades respiratorias?

De irrupción reciente en nuestro país, la haloterapia no está incluida por el momento en el listado de pseudoterapias, ni de técnicas pendientes de evaluación del Gobierno.

Consiste en introducirse en el interior de espacios que reproducen el clima de las minas de sal mediante un generador de micropartículas de esta sustancia. Las paredes y el techo de estas cuevas artificiales están igualmente cubiertos de sal. En sesiones de una media hora de duración, el paciente inhala esas micropartículas, que llegan a todo el sistema respiratorio.

En los últimos años han surgido en nuestro país varias empresas y franquicias dedicadas a esta técnica, que la ofrecen como indicada para combatir diversos problemas, pero muy especialmente para tratar las enfermedades respiratorias.

Sin embargo, no hemos encontrado evidencias científicas sólidas que prueben la eficacia de la haloterapia para las enfermedades respiratorias. Los estudios a los que se refieren sus defensores para demostrar los beneficios son poco rigurosos, están realizados por las empresas que comercializan las salas, o se refieren a técnicas a base de sal distintas a la de las cuevas. Algunos profesionales de la salud han llegado a apuntar incluso que, en casos como el asma, la sal puede provocar exacerbaciones.

Células madre para la regeneración pulmonar

Las células madre son aquellas que tienen la capacidad de convertirse, mediante división, en células especializadas de muchos órganos de nuestro cuerpo, con lo que pueden reparar o sustituir tejidos enfermos o dañados.

Esta propiedad ha impulsado numerosas investigaciones encaminadas a su posible aplicación para el tratamiento de diversas enfermedades. Pueden extraerse de embriones en crecimiento o de individuos adultos y las utilizadas más habitualmente son las sanguíneas, obtenidas del cordón umbilical, la médula ósea o la sangre periférica.

Actualmente se utilizan células madre en el tratamiento de enfermedades como la leucemia (trasplante de médula ósea) y el linfoma y se están desarrollando más de 3.000 investigaciones en todo el mundo sobre su aplicación a otras patologías, entre ellas las pulmonares.

Sin embargo, se están ya ofreciendo tratamientos basados en células madre para distintas enfermedades sin ninguna base científica que los avale, puesto que su efectividad y seguridad están aún en estudio. Ello puede suponer generar falsas expectativas que no se cumplen y someter a los pacientes a posibles riesgos graves. Tal como advierte la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA), las terapias a base de células madre sin el suficiente respaldo científico pueden ser especialmente peligrosas y se han reportado casos de efectos adversos graves, como pérdida de visión o aparición de tumores.

Una de las enfermedades para la que se están ofreciendo tratamiento con células madre, especialmente en Estados Unidos, es la Epoc y, en menor medida, la fibrosis y otras enfermedades respiratorias. Pero lo cierto es que la eficacia y la seguridad de esta terapia en la EPOC no están demostradas, aunque son muchos los ensayos clínicos que se desarrollan al respecto y se han producido avances.

En varios países se están realizando estudios científicos sobre el uso de células madre en EPOC, síndrome de dificultad respiratoria aguda, fibrosis pulmonar idiopática e hipertensión pulmonar. De momento no han demostrado efectos beneficiosos, ni han garantizado la seguridad del tratamiento a medio y largo plazo.

Complementos nutricionales

Actualmente se ofrecen en el mercado multitud de productos nutricionales en forma de suplementos o complementos, entre los que destacan aquellos que supuestamente ayudan a adelgazar, los que asegurar proteger el sistema inmunitario o determinados órganos como el corazón o los pulmones o los teóricamente indicados para desintoxicar el organismo, dentro de las cada vez más populares dietas detox.

Sin embargo, la mayoría de estos productos, al alcance de cualquiera en herboristerías y establecimientos similares, y vendidos también a través de internet, no cuentan con ninguna base científica que los avale ni han superado pruebas toxicológicas que garanticen su seguridad. Hay incluso casos registrados de consecuencias graves por la ingesta de este tipo de preparados.

Los pacientes con enfermedades respiratorias, para quienes mantener un peso adecuado, garantizar un buen aporte vitamínico y evitar la desnutrición resulta fundamental, pueden verse tentados a acudir a este tipo de productos. Sin embargo, los riesgos y efectos secundarios de estos suplementos y complementos pueden ser aún más elevados en personas con patologías crónicas.

Los complementos son efectivos solo cuando le son indicados por su médico, que es el que conoce su patología y estado general de salud. Se indican cuando existe alguna deficiencia en su organismo que se deba complementar. El exceso de determinadas vitaminas, por ejemplo, puede ser tan perjudicial como su deficiencia. Una dieta equilibrada y ejercicio al aire libre es la mejor recomendación general que puede seguir. Si cree que tiene alguna deficiencia consúltelo con su médico.

Lo indicado es seguir una dieta adecuada, atender en todo momento a las indicaciones del médico y nunca actuar por nuestra cuenta llevados por una publicidad muchas veces engañosa.

Consulta siempre con tu médico

Ante la creciente oferta de terapias y productos milagrosos, resulta fundamental consultar siempre con nuestro médico antes de probar remedios que no están avalados por la ciencia y que pueden provocarnos efectos indeseables.

Los tratamientos indicados por los facultativos tienen detrás años de estudio, pruebas y ensayos clínicos y no son administrados hasta que su eficacia y su seguridad han quedado ampliamente comprobadas.

Por otra parte, nuestro médico es quien mejor conoce el estado de nuestro organismo y la evolución de nuestra enfermedad, por lo que es él el mejor conocedor de lo que nos conviene y podemos hacer y de lo que, por el contrario, está contraindicado para nosotros.

Los milagros no existen. Pero si hay alguien que se acerque a ellos, esos son sin duda los médicos, científicos e investigadores.