Herpes zóster

El herpes zóster y las enfermedades respiratorias

Varios estudios han demostrado que las enfermedades respiratorias crónicas, como la epoc y el asma, constituyen factores de riesgo para el herpes zóster y pueden contribuir a una mayor gravedad e impacto de sus episodios.

Un análisis realizado en 80 estudios sobre el HZ y su relación con otras patologías concomitantes demostró que el riesgo de padecerlo aumenta en un 41% entre quienes sufren epoc y un 25% entre quienes tienen asma. Según otro estudio, realizado en Taiwán, en los pacientes con epoc que se tratan con corticoides el riesgo de contraer HZ aumenta. Otras investigaciones han concluido que los pacientes con estas dos patologías tienen más posibilidades de desarrollar neuralgia postherpética tras contraer el Herpes Zóster.

El Herpes Zóster (HZ) es una infección viral que afecta a la piel y a los nervios, causada por la reactivación del virus varicela-zóster, el mismo que causa la varicela.  Después de la primera infección, es decir, tras haber pasado la varicela, el virus queda latente en el sistema nervioso, concretamente en los ganglios y nervios sensoriales.

En condiciones normales, el sistema inmunitario mantiene bajo control el virus, que permanece en estado latente, pero algunas circunstancias, como la edad o enfermedades y tratamientos que producen inmunosupresión, pueden producir una disminución de la inmunidad celular, una bajada de defensas que posibilita la reactivación del virus en forma de Herpes Zóster.

Provoca una erupción dolorosa que aparece más habitualmente en el tronco, aunque, en ocasiones, se manifiesta en el muslo, en la región ocular, en la cara o en el cuello. Es una enfermedad frecuente, contagiosa y de edad adulta, con mayor incidencia y gravedad en las edades más avanzadas. Puede afectar a cualquier persona que haya pasado la varicela en la infancia.

Las zonas afectadas presentan enrojecimiento de la piel entre cuatro y cinco días después de que el paciente empiece a notar dolor y picor. Sobre el área enrojecida, brotan unas vesículas que suelen envolver uno de los laterales del torso o del muslo o agruparse alrededor del ojo o la cara. En esa fase, el riesgo de contagio es muy alto, ya que el virus se encuentra dentro de esas pequeñas ampollas. Por la forma de serpiente en que crece la erupción, al HZ se le suele llamar también culebrilla.

En general, el Herpes Zóster se diagnostica por observación de la erupción en la piel y la clínica. En algunos casos, el médico puede solicitar al laboratorio un cultivo virológico de las vesículas para confirmación.

Aunque presenta una baja mortalidad, el Herpes Zóster puede ser muy doloroso y presentar complicaciones como la larga duración del dolor incluso después de desaparecer el sarpullido, lo que se conoce como neuralgia postherpética. Sin embargo, generalmente resuelve espontáneamente en una o dos semanas.

Síntomas y posibles complicaciones del herpes zóster

El primer síntoma del Herpes Zóster es un dolor punzante y muy localizado en la zona afectada (generalmente en un lado del cuerpo o de la cara), que en algunos casos puede ser muy intenso y que suele acompañarse de picazón, hormigueo y sensibilidad al tacto.

Unos días después, la piel de la zona afectada se enrojece y aparece un sarpullido en forma de pequeñas vesículas, que normalmente duran entre 7 y 10 días y después se secan, quedando unas costras amarillentas que se eliminan.

Otros síntomas posibles en algunos casos son:

  • Fiebre.
  • Escalofríos.
  • Fatiga.
  • Dolor de cabeza.
  • Dolor abdominal.
  • Sensibilidad a la luz.

 

Posibles complicaciones

EL HZ puede derivar en complicaciones, como:

  • Neuralgia postherpética. Es la más común. El dolor intenso en la zona afectada se mantiene durante semanas, meses e incluso años y puede llegar a interferir en la vida diaria del paciente.
  • Pérdida de visión temporal o permanente, cuando el HZ afecta a un ojo.
  • Pérdida de equilibrio o problemas de audición, en el caso de que aparezca dentro o cerca de un oído.
  • En los pacientes inmunodeprimidos existe riesgo de generalización del virus con afectación de otros órganos y peor pronóstico.
Factores de riesgo

El principal factor de riesgo es haber estado infectado por el virus de la varicela.

Además, existen otros factores que aumentan el riesgo de padecer HZ y que pueden contribuir a que la enfermedad impacte con mayor gravedad:

  • Edad avanzada. El Herpes Zóster es más frecuente a partir de los 50 años, ya que el sistema inmunitario se debilita y facilita la reactivación del virus.
  • Situaciones de cansancio, debilidad o estrés, dado que suelen provocar un debilitamiento del sistema inmunitario.
  • Medicamentos. Algunos tratamientos provocan inmunosupresión, como la quimioterapia, la radioterapia o los administrados a pacientes trasplantados.
  • Enfermedades. Como el VIH y algunos tipos de cáncer.

 

Riesgo en pacientes respiratorios

Por otra parte, diversos estudios han demostrado que los pacientes con enfermedades respiratorias como la epoc o el asma tienen más riesgo de contraer HZ y de sufrir episodios más graves.

Concretamente, una revisión sistemática realizada en base a más de 80 estudios concluyó que los pacientes con EPOC presentaban un riesgo aumentado de HZ del 41% y los pacientes asmáticos, del 24%. Otro estudio de cohortes llevado a cabo en Taiwán, en comparación con los pacientes EPOC sin tratamiento, demostró, además, que el riesgo es aún mayor en los pacientes con epoc que reciben corticoides orales.

Otras investigaciones han dado como resultado que los pacientes con epoc o asma tienen más posibilidades de sufrir complicaciones como neuralgia postherpética. Así, un estudio llevado a cabo en individuos de 50 o más años concluyó que la incidencia de esa complicación en pacientes con epoc era de 104,1 casos por cada mil personas y año, frente a los 60,3 casos por cada mil personas y año en población sana.

Asimismo, en un estudio realizado en Reino Unido se observó que los pacientes asmáticos tenían un 21% de riesgo incrementado de desarrollar neuralgia postherpética y otro análisis sugirió, además, que padecer asma podría suponer un mayor riesgo de desarrollar otras complicaciones del Herpes Zóster, como la variedad oftálmica.

Prevención del herpes zóster

En la actualidad existen dos vacunas autorizadas en España para la prevención del Herpes Zoster, así como de la neuralgia postherpética y otras complicaciones: una vacuna atenuada del virus varicela-zóster y otra de subunidades con glicoproteína E del virus. Ambas están indicadas para mayores de 50 años, pero solo la segunda puede administrarse a personas con enfermedades o tratamientos que provoquen inmunosupresión.

A nivel internacional, son ya varias las autoridades sanitarias que recomiendan la vacunación frente a HZ de pacientes respiratorios como los pacientes con EPOC o asma. simismo, desde 2022 las guías GOLD (Iniciativa Global para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica), promovidas por el Instituto Nacional de Cardiología, Neumología y Hematología estadounidense (NHLBI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), incluyen entre sus recomendaciones la vacunación frente a HZ en todos aquellos pacientes con epoc a partir de los 50 años de edad. Se trata de la primera vacuna frente a una patología infecciosa de carácter no respiratorio que se incluye en estas guías.

En nuestro país, el documento de consenso sobre vacunación frente al HZ de la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS) recomienda la vacunación frente a HZ en pacientes a partir de 18 años con asma o EPOC, entre otras patologías crónicas.

La vacunación frente a Herpes Zóster con vacuna de subunidades HZ/su está incluida en España dentro del calendario de vacunación recomendado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS) para personas con inmunosupresión y población a partir de los 65 años.

Por otra parte, dado que la reactivación del virus varicela-zóster se produce por una debilitación del sistema inmune, es importante llevar un estilo de vida saludable, con una buena nutrición, descanso y ejercicio físico, para prevenir la aparición del HZ.

Prevalencia y otros datos sobre el herpes zóster
  • La prevalencia del Herpes Zóster en España se estima entre el 15 y el 20% de la población, con una incidencia de 351,6 por cada 100.000 habitantes, que llega a los 625,5 por cada 100.000 habitantes en mayores de 50 años. La incidencia es algo mayor en mujeres.
  • El 95% de los individuos a los 18 años ya presentan anticuerpos frente al virus por la vacunación o por la infección causada por el virus varicela-zóster, por lo que son susceptibles de sufrir HZ.
  • La enfermedad es más común en personas mayores de 50 años y en aquellos con sistemas inmunológicos debilitados, aunque también puede afectar a personas jóvenes y sanas. Es cada vez más frecuente en niños.
  • Las formas graves y las complicaciones del HZ ocurren más en las edades avanzadas de la vida.
  • Se estima que entre el 10% y el 15% de los casos de HZ sufre neuralgia postherpética, manteniéndose el dolor durante al menos 90 días después de la aparición de las vesículas.
  • La tasa de hospitalizaciones no l lega a 10 por cada 100.000 habitantes y la de mortalidad es de un 0,05 por 100.000 habitantes.
  • La transmisión del virus varicela-zóster es posible desde los pacientes con HZ, aunque es más baja que desde las personas que padecen varicela (20% frente al 60-100%).

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