Cada vez son más las comunidades autónomas que se deciden a desterrar de sus playas los humos del tabaco. Una medida necesaria para la protección de los fumadores pasivos y que, hasta hace muy poco, parecía impensable se extiende hoy a casi medio millar de arenales, según los cálculos de Nofumadores.org. Y su número sigue creciendo.

El Gobierno vasco y el Ayuntamiento de Barcelona  han sido de los últimos en sumarse a esta iniciativa. Desde este verano está prohibido fumar en cuatro de las diez playas de la capital catalana y ocho de litoral vasco. Galicia, con 162 de sus 700 playas declaradas libres de humo; y Cantabria, con la totalidad de sus arenales vedados al tabaco están entre las Comunidades más proactivas en este aspecto.

En muchos casos la medida es una recomendación y no se sanciona a los fumadores, aunque en otros lugares sí se establecen multas por fumar en la playa. El hecho de que durante la pandemia se prohibiese fumar en lugares en los que no se pueda respetar la distancia interpersonal recomendada para prevenir el contagio de la covid-19 ha trabajado en favor de la prohibición del tabaco en las playas. La lista completa se puede consultar en ESTA WEB, gestionada por Nofumadores.org.

La necesidad de prohibir fumar en estas áreas de esparcimiento va más allá de la salud respiratoria de quienes respiran sin quererlo el humo de cigarrillos ajenos. Es un hecho que la arena de algunas de las playas más concurridas se encuentra repleta de colillas, que tardan hasta diez años en biodegradarse, contaminan y pueden acabar en la boca de los más pequeños, con el consiguiente peligro para su salud.

Lista de las playas libres de humo de España, por Nofumadores.org