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El asma: una afección común y subestimada

2/May/2024 | Actualidad, Asma | 0 Comentarios

El asma es una enfermedad crónica del sistema respiratorio que afecta a millones de personas en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que más de 339 millones de personas la sufren en todo el mundo, y esta cifra está en constante aumento, especialmente en países desarrollados, donde los factores ambientales y el estilo de vida actual contribuyen a su prevalencia.

Sin embargo, a pesar de estos datos, el asma sigue siendo una condición subestimada y mal diagnosticada en muchos casos. El estigma de que se trata de una afección menor o sin importancia sigue presente en algunos ámbitos.

Lo cierto es que el asma tiene un impacto significativo en la salud pública y, en consecuencia, en los presupuestos de los sistemas sanitarios. El asma a menudo es mal diagnosticada por falta de conciencia sobre los síntomas, confusión con otras patologías respiratorias y la subestimación de su gravedad por parte de los profesionales sanitarios y de los mismos pacientes que la padecen, que llegan a desistir de buscar atención médica debido a la creencia errónea de que los síntomas son normales o insignificantes.

Síntomas del asma

Los síntomas del asma pueden variar en intensidad y frecuencia de una persona a otra, pero generalmente incluyen:

  • Sibilancias: Sonidos agudos al respirar debido a la obstrucción de las vías respiratorias. Estos sonidos pueden ser audibles incluso sin un estetoscopio y son un signo característico del asma.
  • Opresión en el pecho: Sensación de presión o apretamiento en el pecho, que puede variar desde leve hasta severa.
  • Dificultad para respirar: Sensación de falta de aire o dificultad para respirar profundamente. Esto puede ser especialmente notable durante la actividad física o en situaciones de estrés.
  • Tos: Especialmente por la noche o temprano en la mañana, que puede empeorar con la actividad física o la exposición a alérgenos. La tos persistente, especialmente si ocurre con los demás síntomas mencionados, puede ser un indicador de asma.

Limitaciones que causa el asma

El asma puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen. Las limitaciones que impone pueden afectar diversas áreas. Muchos pacientes con asma experimentan limitaciones en la capacidad para participar en actividades físicas vigorosas debido al miedo a desencadenar síntomas. Esto puede afectar negativamente la salud cardiovascular y la capacidad de mantener un estilo de vida activo. Sin embargo, lo cierto es que el deporte, adaptado a la condición física de cada uno, es uno de los mejores métodos para mantener controlada el asma, e incluso son bastantes los grandes deportistas que la padecen.

Los pacientes suelen experimentar también problemas con la calidad del sueño, dado que la tos y la dificultad para respirar pueden interrumpirlo. Esto acarrea fatiga y somnolencia durante el día, e incluso falta de concentración, mala memoria y un estado de ánimo bajo. El asma puede afectar también a las relaciones sociales de quien lo sufre, provocando aislamiento y sensación de soledad, e influir en el rendimiento académico y laboral en momentos de especial afectación o exacerbaciones.

Tratamiento y manejo del asma

Afortunadamente, el asma puede ser controlado con un tratamiento y medidas de manejo adecuadas. Esto generalmente incluye el uso de medicamentos inhalados, como broncodilatadores y corticosteroides, para aliviar los síntomas y prevenir las exacerbaciones.

Es importante identificar y evitar los desencadenantes asmáticos, como alérgenos, humo de tabaco y contaminantes del aire y alejarse de ellos. Mantener al día un diario de asma es útil tanto para conocer estos desencadenantes como para vigilar la progresión de la enfermedad y poder comentarlo con los especialistas sanitarios.

La actividad física es también un buen plan para quienes padecen asma. El deporte no solo mejora la capacidad respiratoria, sino que es un gran motor para la socialización y el bienestar. Mantenerse informado, siempre a través de fuentes fiables, es una buena receta para conocer nuevas estrategias con las que afrontar una enfermedad que no tiene cura, pero sí tratamiento.

Fuentes

 

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