Siete millones de muertes prematuras en el mundo al año, 400.000 en Europa y cerca de ellas 10.000 en España. Estas son algunas de las cifras que se ponen sobre la mesa cuando se habla del terrible problema que es la contaminación atmosférica. El podcast de salud de Fenaer, Date un respiro, lo trata en uno de sus episodios con la doctora Cristina Martínez, coordinadora del área de enfermedades respiratorias de origen ocupacional y medioambiental de Separ, que lo tiene claro: «Estamos respirando aire con una calidad bastante mejorable».

«Es cierto que hay días mejores y otros peores», explica Martínez en el podcast, «pero los picos de contaminación superan las recomendaciones de la OMS e incluso las reglamentaciones europeas y españolas, que son más permisivas». En el contexto europeo, cuenta la doctora, “el tráfico es la principal fuente de contaminación. Por lo tanto, lo peor está en las ciudades. Barcelona y Madrid están en el top ten de ciudades más contaminadas por el tráfico”. En las zonas rurales, “el problema de la contaminación es que nadie está a salvo. El aire se mueve. Si llegan aquí las tormentas de arena de África, también lo hace el ozono, que se forma en la atmósfera con partículas provenientes de la contaminación del tráfico. Son los alrededores de las grandes ciudades los que lo sufren más”.

Desgraciadamente stamos viviendo olas de incendos que producen también muchos contaminantes, explica la neumóloga en Date un respiro: «Es difícil estar a salvo de ellos. Los incendios producen contaminantes: hollín, partículas de madera y pólenes… Todo eso forma una nube muy perjudicial para la salud».

La situación es grave especialmente para quienes padecen patologías respiratorios crónicas: «La gran mayoría de la población, la base de la pirámide, va a sufrir efectos leves: irritación ocular, algún problema nasal… Según vamos subiendo en la pirámide, los efectos van agravándose y afectando a menos gente. En la cúspide están las personas más vulnerables: enfermos respiratorios crónicos, cardiovas, embarazadas, niños, ancianos… En concreto, en los respiratorios crónicos puede agravar su patología, produciendo crisis de asma, exacerbaciones de epoc… hay que tener un especial cuidado».

¿Una recomendación? «La mascarilla. Durante la pandemia nos ha puesto de manifiesto su utilidad para prevenir enfermedades y también nos va a proteger del efecto de la contaminación ambiental. Es una recomendación que debemos hacer en picos de contaminación, en picos de gripe, en lugares sensibles o zonas muy frecuentadas es mejor usar la mascarilla, no solo los enfermos respiratorios».

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